jueves, 30 de diciembre de 2010
LIBROS RECOMENDADOS PARA ESTAS VACACIONES
En este enlace os dejamos los libros recomendados para estas vacaciones, como os prometimos. Se admiten sugerencias, como ya habéis hecho en otra entrada. Feliz Año Nuevo.
sábado, 18 de diciembre de 2010
ESCRIBE TU CARTA A LOS REYES MAGOS
Hemos finalizado las Actividades de formación de usuarios con éxito; todos los cursos han visitado la biblioteca y han conocido cómo funciona. Gracias a tod@s por vuestro interés. No olvidemos que la biblioteca debe ser el corazón del Centro: motor generador de actividades y tareas interdisciplinares.
Además, desde estas páginas os animamos a utilizar el buzón de sugerencias para pedir en vuestra carta a los Reyes Magos los libros que queráis leer en la Biblioteca este nuevo año.
AQUÍ OS DEJAMOS LA CARTA Y
!FELIZ NAVIDAD!
¡ FELIZ AÑO NUEVO!
domingo, 12 de diciembre de 2010
16 de Diciembre "DÍA DE LA LECTURA"
Cada día es el día de algo. Cada número del calendario sirve para celebrar, recordar, conmemorar o concienciar sobre la importancia de un asunto más o menos trascendente. Especies animales, variaciones vegetales, causas perdidas, minorías étnicas o enfermedades varias cuentan con su fecha reservada. Su día de gloria. O al menos de cierta repercusión. Incluso para algo tan poco de moda con la letra impresa. Ahí están las jorandas dedicadas al libro (23 de abril), las bibliotecas (24 de octubre) y el aspecto más intangible y trascendente del asunto: la lectura.
Esta última se queda con el 16 de diciembre. La iniciativa partió de la Junta de Andalucía allá por mayo de 2005. No es una fecha casual. Entre los días 16 y 17 de diciembre de 1927 se juntaron en el Ateneo sevillano Dámaso Alonso, Rafael Alberti (que cumplía 25 años), José Bergamín, Juan Chabas, Gerardo Diego, Federico García Lorca y Jorge Guillén. A ellos se unió Luis Cernuda. Así cerraron un encuentro dedicado a Góngora y abrieron el grupo poético del 27.
En Málaga la regresión histórica pone en contexto una iniciativa que este año quiere volcarse en el público infantil y juvenil. Lo hace con un programa que sale al encuentro de los jóvenes lectores con actividades organizadas más allá del circuito de las bibliotecas y los centros escolares. En concreto, se abrirá una agenda de actos desde el jueves día 16 hasta el lunes 20. Habrá talleres de cuentos, jornadas en el Centro Andaluz de las letras y dos encuentros con la escritora Elvira Lindo (uno en el IES Litoral, el otro en el auditorio del Museo Picasso Málaga.
En relación a la lectura nos parece interesante comentar la pregunta ¿ES LECTOR QUIEN PASA HORAS FRENTE AL ORDENADOR?
El ordenador le ha tomado el relevo a la televisión como el nuevo invento del maligno. Al menos a los ojos de algunos analistas propensos al Apocalipsis. Sin embargo, la directora general del Libro, Rafaela Valenzuela, lanzaba una pregunta al aire hace días: Alguien que pasa cinco horas al día delante de un ordenador, ¿no lee?. No por retórica, la cuestión deja de tener su miga. Con esa reflexión en voz alta, la representante de la Junta de Andalucía respondía a una pregunta sobre los desalentadores resultados que, una vez más, arrojaba el Informe Pisa sobre la comprensión lectora entre los jóvenes españoles.
Valenzuela sostuvo que autores, editores, docentes y analistas se enfrentan en la actualidad a un “nuevo paradigma” similar al que se produjo con el paso de los manuscritos a la imprenta. A todos esos agentes vinculados al libro se refirió además Valenzuela al proponer una gran alianza que debe cristalizar en el segundo Plan para el Fomento de la Lectura que ya empiezan a preparar desde el departamento que ella dirige.
Desde aquí lanzamos una cuestión para el debate:
- Es cierto que el acto de leer no se aplica sólo a la lectura individual y ociosa, es decir, a la literatura o a cualquier tema, discipina o asunto sobre el que una persona desee informarse o simplemente disfrutar. Por ello, aunque no estemos leyendo un libro, somos siempre lectores. Si esto es así , nos pasamos gran parte de nuestra vida leyendo, bien mirado: leemos anuncios publicitarios (en el autobús, por la calle), indicadores de normas y reglas (en organismos oficiales, institutos, bibliotecas, centros de salud, tiendas, bares, etc. ). Cuando compramos un medicamento, estamos obligados a leer. Cuando adquirimos un aparato electrodoméstico, por ejemplo, deberíamos leer antes las instrucciones. Y así un largo etcétera de ejemplos cotidianos.
- También debe admitirse que el avance actual en el uso ( y abuso) de medios de comunicación como móviles, Internet, emails, etc…supone un mayor tiempo de contacto con la letra impresa. De alguna manera, podría decirse que un joven de hoy efectivamente “ lee” más que cualquiera de sus abuelos hizo en su tiempo. Esto puede cuestionarse, según algunos.
- Pero lo que no ofrece dudas ( y así lo demuestra el Informe Pisa , entre otros) es que la comprensión lectora disminuye. Esto es, no asimilamos lo que leemos. Sencillamente, o no ponemos atención o no sabemos leer. También cabe otra alternativa: creemos que lo que interpretamos es lo verdadero, seguramente porque no nos interesa pensar otra cosa. ¿ O es que cada vez pensamos menos?
- Si nos paramos a pensar, existen algunas expresiones que nos dan una pista : “leer en los ojos de alguien” o “leer entre líneas” implican un esfuerzo en ir más allá de lo que se ve. ¿Quién se detiene hoy en día a leer: a comprender las conductas de nuestros semejantes, los mensajes que nos emiten las demás personas, lo que, sin decirlo, a veces expresan los ojos de nuestro compañer@?
- ¿Quién es capaz de dedicarse unos minutos a sí mismo o, por qué no, unas horas a disfrutar sentado de una buena lectura? ¿ Por qué no estamos a solas con nosotros mismos, escuchando sólo la voz de nuestro interior: imaginando, recreando universos, disfrutando de cada renglón, de cada página, deteniéndonos cuando queremos- no cuando se nos manda-¿ ¿ Por qué es más fácil dejarse caer en un sillón y ver la televisión- la vida de los demás, lo que los demás dicen del mundo, lo que sienten otros, lo que otros interpretan?
Las respuestas a estos interrogantes pueden ayudarnos a saber por qué leemos menos o por qué comprendemos todavía menos. Son dignas de debate y os invitamos a ello. Se pueden comentar en clase con el profesor. En el blog de la biblioteca estamos esperando también vuestros comentarios.
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